Una herramienta ideal para
potenciar la comunicación con el bebé antes de nacer es la estimulación
prenatal con música. La futura mamá podrá ir compartiendo con su hijo o hija
diferentes actividades con música que, sumadas a ejercicios bien orientados por
un profesional, acompañarán los procesos de la gestación.
Es importante saber,
entonces, a partir de cuándo oyen los bebés dentro de la panza, cómo escuchan y
qué puede llegar a molestarlos. Hoy día existen muchas investigaciones que
comprueban que ya en el quinto mes de gestación el aparato auditivo está en
condiciones de funcionar bien y de todos los sentidos, es el único que permite
el contacto con el exterior. A partir de la semana catorce el nervio auditivo
comienza a captar los sonidos del exterior, hasta tal punto que el bebé es
capaz, poco tiempo después, de aceptar o rechazar los sonidos externos,
manifestándose por medio de patadas bruscas o suaves, según sea la recepción
del estímulo. Esto no quiere decir que el bebé “rechaza” determinada música a
partir de una apreciación estética, o porque tal o cual género no es de su
agrado. Lógicamente el bebé no tiene desarrollado un criterio de interés y su
gusto musical es una hoja en blanco, pero sí podemos aventurar que el volumen
quizás no sea el más adecuado, que la música en general o algún instrumento
particular le resultan estridentes, o que ciertos sonidos le provocan
displacer.
Oímos a través de nuestros
oídos y también por medio de las vibraciones que recibe nuestro cuerpo. Esto se
da porque el sonido no es más que vibración que se transmite por el aire y que,
entre ciertas frecuencias, es decodificada por nuestro cerebro. En el medio
líquido en el que está inmerso el bebé, esto sucede de igual manera o incluso a
mayor velocidad.
Como el sistema auditivo
esta encendido las 24 hs., es decir que no descansa y está en trabajo
constante, el cerebro selecciona la información que hace consiente y la que no,
ya que no puede dotar de igual significado todo lo que oye. Por decirlo de otro
modo: no es lo mismo el ronroneo de la heladera a medianoche, que una música
suave o el ruido del timbre. Por lo tanto es prudente no sobre estimular con
información sonora excesiva a su audición. Un ejemplo común de ello es cuando
se mantiene constantemente encendida la televisión a un volumen alto, sin
importar lo que se ve, mientras la mamá
está dormida. Si el bebé recibe esta información todas las noches, le crea un
hábito que dificultará el sueño, una vez nacido ya que reclamará ese estímulo a
esas horas. La información sonora con estas características queda inscripta en
el cerebro dejando una huella, que puede ser negativa o positiva. Si la mamá
hace el ejercicio de escuchar varias veces una canción que considera especial,
a la que le imprime emociones mientras la canta, baila o se acaricia y juega
con la panza, le va a transmitir a través de la sangre y de sus hormonas una
sensación de placer, calma o felicidad que llegará a su hijo dentro del
vientre. Esa misma canción, podrá utilizarse una vez nacido el bebé como música
de fondo para hacerlo dormir, estimular la lactancia, acompañar el baño o
cualquier actividad significativa que requiera un estado de alerta o
relajación, según cómo sea la música. Es una canción que lo va retrotraer a su
vida intrauterina, a algo que conoce y que le es familiar.
Por eso se puede afirmar
que la estimulación prenatal musical es una excelente herramienta para que
madre e hijo puedan crecer en armonía juntos, porque utiliza la música como
medio facilitador de la comunicación entre ambos y logra así consolidar un
vínculo prenatal sólido, llegando a un parto y a una crianza mucho más
armónicos.
Una música seleccionada
cuidadosamente por sus melodías ayuda a preparar el camino, permite que la
futura mamá se pueda sensibilizar más con su cuerpo y con sus emociones y la
habilita a conectarse con su bebe en el mismo momento en que está llegando de
una manera muy especial.
La familiarización
temprana con la música le aporta al bebé muchísimas ventajas, por ejemplo
potencia el desarrollo de su capacidad lingüística, estimula su memoria
auditiva, su inteligencia y sus dotes de imitación y motiva e incrementa el
área psicomotora. Todos los niños o niñas que antes de nacer, y también después
de su nacimiento, son acostumbrados a vivir en compañía de la música crecen y
se desarrollan con importantes ventajas: suelen ser más tranquilos y sociables,
duermen mejor, poseen una gran imaginación, tienen más posibilidades de
contactarse con lo artístico, tienen mayores tendencias a la creatividad desde
muy temprana edad y son fundamentalmente curiosos y sensibles. (Federico,
2010)
El canto, la música y el sonido, han ido ocupando un
lugar importante dentro de distintas técnicas aplicadas en la preparación de la
mujer durante su proceso de gestación. Estas técnicas son muy buenas para el
embarazo, ya que a través de la música y de la voz de los padres, se genera un
vínculo muy especial con el bebé, que incluso puede ayudar en el momento del
parto y en el desarrollo evolutivo del bebé.
Nos centramos en una modalidad muy interesante para
las embarazadas, el Canto Prenatal.
¿Qué es el canto prenatal?
María Louis Acher, se basó en sus estudios sobre la
correspondencia entre la vibración del sonido y el cuerpo humano, lo cual
denominó como Psicofonía, para crear posteriormente, con la colaboración del
Dr. Rebollar y Michael Odent, un método de trabajo personal para las mujeres
embarazadas, que se centra en la importancia del canto, y la exploración de la
voz y la conciencia corporal. Las melodías o canciones populares que una
embarazada canta a su bebé, son previamente seleccionadas de acuerdo al repertorio
musical estudiado por M. L. Aucher y que garantizan su resonancia en distintas
zonas de su cuerpo generando una vibración que favorece la preparación del
cuerpo de la mujer para el parto.
El canto prenatal acompaña a las mujeres embarazadas y
sus parejas a través del juego musical, la ampliación de la respiración y el
resonar del cuerpo con sus voces, y que nutre de vibraciones al bebé.
Efectos del canto prenatal: los efectos del canto prenatal son la
Conciencia del cuerpo, influye favorablemente en la
respiración y la postura.
Las vibraciones sonoras del Canto estimulan
nuestro sistema nervioso, disminuyendo la respuesta del dolor,
actuando la voz como un medio analgésico natural.
Favorece la dilatación y la tonicidad muscular
para un empuje óptimo y adecuado, siendo con sono con las sensaciones y
necesidades del cuerpo para el momento del parto.
Genera un ambiente de acuna miento para el bebé a
través de la voz de la madre, su pareja y /o el grupo que le acompaña,
facilitando la comunicación espontánea de sentimientos y emociones que
fortalecen su vinculación y mejoran el estado de ánimo en general.
M.L. Aucher en su experiencia con las alumnas
embarazadas que asistían a sus sesiones de Psicofonía, observó que al momento
del nacimiento el bebé mostraba una adquisición precoz del reflejo de la pinza,
de la tonicidad de la nuca y de la orientación de la cabeza y las manos a la
fuente del sonido.
El trabajo sistemático del método del Canto Prenatal,
aportan seguridad en el uso de la voz y comodidad en el canto de canciones que
aportan bienestar general.
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